viernes, 9 de noviembre de 2012

G.

Hacía frío, viento y llovía. Como en cualquier otra noche de otoño en este pequeño pueblecito de Milano. Como dos niños pequeños nos reíamos en las escaleras de un cálido portal. De vez en cuando incluso esquivábamos nuestras propias miradas presos de la inocente vergüenza que nos daba. Ambos sabíamos lo que pasaba; pero no lo que iba a pasar. Al menos yo. Entre risas y pequeñas anécdotas llegó la hora de que te fueses a casa y con la mayor ilusión, me abrazaste para despedirte.
El beso que me diste en la mejilla lentamente se fue deslizando hacia mi temblorosa e intacta boca. Y entonces me hiciste sentir bien. Me hiciste sentir segura.
Me hichiste sentir viva. Esa sonrisa pícara que se nos marcó en el rostro nos delató.
Ya no había vuelta atrás. No íbamos a poder seguir disimulando que nosotros ya no éramos amigos. No simplemente amigos. Y lo decidimos los dos.
Ese día marcó un antes y un después en la historia; en nuestra historia.
Tú y yo estábamos juntos.

martes, 6 de noviembre de 2012

5.

Y es que llegaste rompiendo todos mis esquemas.

Tú haces mis sentidos.

¿Sabes? Había vivido durante años con la idea de que yo no valía nada.
Que no valdría nunca nada para nadie. Ni siqueira para mí misma.
Y que jamás se cumplirían todos aquellos sueños que tenía de niña.
Todo porque una vez me hicieron daño. Todo porque una vez me destrozaron.
Pero sin esperarlo, ni quererlo ni imaginarlo, has aparecido en mi vida.
Y me has hecho volver a sentir.
Volver a sentir que yo valgo.
Volver a sentir que hay gente buena.
Volver a sentir mariposas en el estómago.
Volver a sentir esa ilusión de verte.
Volver a sentir esperanza ante la vida.
Volver a sentir que tengo sentimientos.
Volver a sentir que las cosas irán bien.
Volver a sentir que tengo sueños.
Volver a sentir que soy especial.
Volver a sentir que soy capaz de amar.
Gracias por volver a hacerme sentir algo.

De repente.

Y de repente sucede. Vuestros caminos se cruzan de la manera más inesperada y vuestros pulsos se aceleran. La emoción comienza. La ilusión aumenta.
Los miradas danzan al compás de los latidos.
Y de repente sucede. El mayor gesto de inocencia se convierte
en el gesto más puro de amor.
Un simple abrazo te hace sentir como nada. Como nunca.
Unas miradas sinceras son la mayor prueba de confianza y seguridad.
Y esa leve inclinación da paso a ese pequeño gran momento.
Y de repente sucede. Te das cuenta de que te has enamorado.

miércoles, 31 de octubre de 2012

Esto me duele, me duele mucho. Y no sé si decirte que demasiado.
Total, tú nunca lo entenderás. Nunca me entenderás.
Nunca entenderás aquello que significa la palabra amar.
Así que, ¿para qué hablar?. De todas formas no lo iba a aguantar.
Yo prefiero llorar.

31.

Realmente, no sé cómo empezó esto. Yo no lo diseñé; no lo imaginé.
Ni siquiera me lo planteé.
Fue de las formas mas extrañas pero habituales que existen.
Lo típico de que alguien en clase mira a alguien; uno sonríe a otro y este otro devuelve la sonrisa a ese uno. Y poco a poco, las cosas parecen ir avanzando.
Sin pensarlo, sin quererlo... Sin esperarlo.
Habláis, os reís y tú crees que os gustáis. Que ese chico te complementa.
Y todo va bien. Tú te ilusionas, te forjas tus ideas después de tanto tiempo, de tantos años sin haber sido capaz de querer ni valorar a nadie.
Y ese queridos amigos creo que es el problema. Que todo vaya bien.
A mí nunca me saldrá nada bien.
Así que llega el día en el que al parecer, tú eres su amiga. Sólo su amiga.
No te ve, ni te vio, ni te verá como a nada más a pesar de todo.
Y a ti, pequeña, no te queda otra opción que sonreír y seguir.
Y cuando llegues a casa, si quieres, rompe a llorar.
Pero que mamá no lo sepa; ahórrate otra humillación.

G.

Esto es absurdo. Absolutamente absurdo... Puede que yo sea absurda.
¿¡En qué hora se me ocurriría volver a confiar en Cupido?! ¡En mí misma!
Siempre me lo he repetido muchas veces:
''Iseo, tú no tienes nada que ofrecerle al mundo. Tú no eres nadie.
No te fijes en nadie porque nadie se fijará en ti.''
Y las cosas iban bien. Yo no quería a nadie y nadie me quería a mi porque para empezar yo no dejaba que nadie me quisiese. Era fría, distante y quizás incluso un poco insensible.
Nadie nunca me iba a poder querer como yo era capaz de querer; así que para eso, para que me hiciesen daño, prefería no amar.
Era una forma muy práctica de que no me hiciesen daño. Me río hasta de mí misma.
¿Pero cómo he podido ser tan ingenua de pensar que le gustaba?... Yo.
Supongo que no me puedo enfadar con él, era lógico que yo no le gustase.
La culpa, a pesar de todo, es mia por hacerme ilusiones.
Mamá suele decir: ''No adelantes acontecimientos; ni buenos ni malos''.
Pero qué sabrá ella si sabe que soy la hija perfecta.
Quizás él merezca algo mejor.
A una chica más guapa, más lista, más divertida...
Él y todos.
A lo mejor  yo no estoy creada para que alguien me ame.
Probablemente lo mejor sea estar sola.

martes, 30 de octubre de 2012

-A partir de ahora, ''serán grandes años''.


El otoño será como un tren hacía el triunfo;
y no como un tren hacía el fracaso que vivía a tu lado.
El invierno sólo representará el frío del mundo y no el helor de mi corazón.
La primavera despertará gavilanes sobre el cielo azul; y no cuervos en lúgubres llanos.
Y el verano será el calor de la tranquilidad;
y no de nuestros cuerpos recostados sobre la arena.

Este es un buen presentimiento:
Ya no lloraré cuando lleguen fechas significativas
 Tampoco lloraré cuando te vea con otras.
Ni siquiera cuando me ponga tu ropa favorita, huela tu perfume y suene nuestra canción.
Ni mucho menos cuando pase por delante de tu portal o de aquel banco; aquella farola y aquel parque dónde me juraste que siempre estarías a mi lado.
Y es que esto es un buen presentimiento, un buen comienzo...
Sé que no he pasado por una buena etapa de mi vida; lo reconozco.
Sin embargo, como siempre he seguido aquí.
Día tras día he intentado seguir hacia delante hasta conseguirlo; y ese día ha llegado.
Creo que después de un año si digo ''ya no te quiero'' no estoy mintiendo.
Y por primera vez me resulta irónica la verdad: ya no te quiero.

sábado, 6 de octubre de 2012

Me he perdido entre la gente. Y creeme que ya no sé qué más hacer. Daría todo porque estivieras aquí o por lo mnos, fuera de mi y de mi corazón. Entiende que esto ya no puede seguir así. Que yo no puedo seguir así. Me he quedado sola, alejada del mundo mientras te esperaba. Y no llegas. Nunca has llegado ni llegaras. Y ya no sé qué más hacer o pensar. Qué sentir o cómo actuar. Que no puedo más. Compréndelo. Compréndeme y emtiéndeme... Por favor, quiereme. Quiéreme por una vez. Más que yo a ti si puede ser.... Por favor.

sábado, 29 de septiembre de 2012

domingo, 16 de septiembre de 2012

Total, a estas alturas da igual. Asumiré que si esta noche lloro, mañana no como, pasado no salgo, al que continúa vomito y durante el resto de la semana no hablo; será por mi culpa.
Nunca me quisiste y nunca me querrás.
A veces siento como que ese vacío en mi pecho jamás desaparecerá.
Me perseguirá hasta el día que mi vida llegue a su fin.
A veces siento como que nunca podré volver a ser la misma;
como que el corazón no sana y las heridas no cicatrizan.
A veces siento que este dolor, esta insatisfacción, estarán siempre a mi lado.
A veces siento que nunca nadie podrá llenar ese hueco que me hunde, me destruye...
A veces siento, sé y pienso que esto jamás acabará.

miércoles, 5 de septiembre de 2012

Se suponía que por eso me tenías que querer. Por ser especial, distinta, unica... Por no ser otra más; nisiquera otra... Precisamente por saber cómo era tenías que enamorarte de mí... PPero las cosas no salieron bien; y la razón por la cual empezarte a amarme se convirtió en la misma por la cual terminaste odiándome.
A mi no me parece triste murmurar: "Quiero estar con mi mamá" cuando por tu culpa rompo a llorar.
Puede ser que ya te hayas olvidado de mi. Que ya no me quieras, ni me recuerdes; o que solo lo hagas para reirte de mi. Puede ser que nunca me quisieses o que lo hicieses a tu manera... Puede ser que hayas comentado mil barbaries acerca de mi; o que directamente, nunca dijeses nada bueno de mi persona. Pueden ser tantas cosas, que prefiero no pensarlas. Total, ya no servira de nada.

sábado, 4 de agosto de 2012

Voy a recordarte todas y cada una de las noches que me has dejado sola. Todas y cada una de las noches que te he esperado llorando. Tirada en mi cama, en el suelo, en el baño, en las calles.... Todas y cada una de las noches que te necesitaba conmigo, a mi lado. Todas y cada una de las noches que que supliqué que volvieses. Todas y cada una de las noches vacías, llenas de miedo, de pánico, de terror... Todas y cada una de las noches de desesperación, consumición de la vida... Todas y cada una de las noches en las que vomité hasta el corazón. Todas y cada una de las noches en las que ví mi sangre correr. Todas y cada una de las noches en las que la Lunae dijo: "Él ya no te quiere". Todas y cada una de las noches en las que deseé morirme. Voy a recortarte todas y cada una de las noches en las que te he querido.

domingo, 29 de julio de 2012

Te juro que desearía poder arrancarme el corazón. Este dolor que llevo dentro; estos miedos; estas pesadillas; estas ilusiones y sueños rotosnnn. Todas esas ilusiones sin cumplir, sueños sin realizar y metas sin alcanzar marcarán una nueva forma de actuar, de llorar, de lamentar... Y las risas, las ganas, el entusiasmo y el afán por la libertad, la vida, el amar, el enamorar y desenamorar, el descubrir, el sentir y en definitiva, el vivir; se perderán.
Trescientos sesenta y cinco días. 365 putos días.

sábado, 28 de julio de 2012

Y hoy el mar me ha dicho que ya ha pasado un año desde que ocurrió aquello; pero que ahora es un secreto entre la playa, el mar y yo.
Cumpli mi promesa. Te dije que volveria. Jure que volveria a aquel lugar donde aprendimos a soñar,a amar.. Y aqui estoy. Sentada frente al mal. Con mi vestido favorito en mi rincón favorito. Tirada en la arena llorando y repitiendo en voz bajita: yo te queria.
Lo que más me duele es que me acuerdo de todo. De todo.... De sus detalles, de sus palabras, de sus miradas, de sus actos, de sus abrazos, de sus enfados... De su perfume. De todo.... Recuerdo aquellos días. Aquellas horas... Aquellas salidas... Aquellas osadias... Aquellos atrevimientos. Aquellos encuentros y despedidas... Lo que más me duele es que me acuerdo de ti.

viernes, 27 de julio de 2012

Me llamaste niñata sólo porque había perdido a paciencia, la esperanza...
Me prometiste que contigo no habría diciembre.
A veces pienso si he superado realmente lo nuestro. Si te he conseguido borrar de mi cabeza y sacar de mi corazón.
Te habia olvidado. Ya no te queria. Ya no estaba enamorada de ti. No queria nada tuyo. No te necesitaba. No queria saber de ti ni estar contigo. Lo superé. Lo enterré. Lo olvidé... Te sé decir que desde febrero no pensaba en ti... Ahora se acerca la fecha, ahora estaríamos a punto de hacer un año y no sé por qué, desde hace dos semanas no dejo de soñar contigo. Hacía meses que no me ocurría... Sueño que vuelves, que me besas, que me quieres... Y me duele. Porque aunque he sido capaz de olvidarte, también lo soy de recordate.

martes, 3 de julio de 2012

Tarde o temprano, volveremos a vernos.
Vivimos en la misma ciudad, paseamos por la misma zona, salimos por las mismas calles, frecuentamos los mismos locales, los mismos parques... Compartimos incluso amistades.
Entonces tú mirarás al frente, lo sé, no serás capaz si quiera de mirarme a los ojos; y yo haré como que me da igual. Me reiré delante de tí, bailaré, saldré, hablaré delante de tí... Y de reojo te miraré esperando una respuesta, una reacción, un beso, un perdón...

sábado, 30 de junio de 2012

A veces pienso que sigues a mi lado. Que todavía me quieres, que no me has olvidado. Que nunca me mentiste y lo que me dijiste un día fue verdad. A veces pienso que volverás a estar conmigo. Que vendrás a por mí. Que me llamarás o aparecerás y hablaremos las cosas y todo será como antes. Que dirás que me quieres de verdad y que jamás me volverás a dejar sola y destrozada. A veces pienso que nunca te podré olvidar; porque por mucho tiempo que haya pasado, sigo enamorada de ti. Te sigo queriendo joder. A veces juro que daría la vida porque todo fuese como antes. Que daria la vida por estar totalmente feliz un dia. Por ausentarme de ti y de mi dolor un misero dia... A veces pienso, creo, me autoconvenzo y sé en cierto modo que nuestros caminos volverán a cruzarse. Lo hicieron una vez, ¿por qué no dos? Por favor, vuelve. Vuelve a mi lado, a mi vida, a corazón.. Pero esta vez, te suplico que sea para siempre.

jueves, 28 de junio de 2012

23.

Creo que ambos sabemos qué día ha sido y es el más importante de mi vida.
Creo que ambos sabemos qué pasó un tal 23 para que sea el día que más recuerdo, que más anhelo, que más quiero, que más siento, que más necesito, que más vivo...
Quizás lo hayas olvidado, aun que sé que no puedes, que no podrás pero que quizás fingirás haberlo hecho. Sé que quizás mientras que yo rodeo, tacho, recuerdo, río o lloro los 23 de mi calendario o de mi agenda, tú arrancas vilmente ese día...
Pero te lo diré: tú lo sientes más que yo.
Recuerda que me miraste, que me quisiste, que me prometiste, que quizás me mentiste, que me dijiste lo que nunca me habían dicho...
Recuerda que me amaste, que te amé, que nos amamos en aquel perdido e inocente banco mientras anochecía y una suave brisa nos hacía compañía.
Recuerda que me besaste, me miraste y juraste que a mi lado te quedarías...
Aquel día  frío, triste y lejano; aquel día tan doloroso fue la última vez que nos vimos.
No sé si recuerdas la situación, el entorno, las reacciones en las que nos vimos envueltos.
Tú hablabas para no oirme. Bebías para no verme y reías para apartarme...
Y yo callaba, y reía y bebía y consolarme no podía, ni podrían, ni sabía, ni quería...
Aquel día, acabó todo; aun que el dolor se prolongase varios meses o incluso años...
Creo que tuvimos reacciones distintas pero parecidas.
A tí te dió igual. Sin embargo yo me morí en ese momento, pero disimulé, o lo intenté.
Tú sonreiste e intentaste quitarme el último cigarro; pero yo con descaro, con odio, asco e indiferencia, exhale sobre tí todo el humo fruto de una pasión, de un amor, de un dolor, de un corazón roto y de un adiós. Tras eso, nunca más nos volvimos a ver.
Me dí media vuelta y me fui para siempre.

28 de Julio del 2012

Te juro que cada 28 de cada mes; durante once meses (y pronto un año), he vuelto al lugar donde nos conocimos.
Te juro que he vuelto a aquel paseo situado frente al mar y me he quedado recordando.
Te juro que me he sentado horas y horas viendo las olas del mar...
Te juro que he permanecido quieta aguantando frío, calor, lluvias...
Te juro que durante todo este tiempo, todos los 28 he estado esperándote.
Y no he cambiado de lugar, ni de ciudad, ni de gente, por si algún día vuelves a por mí.
A veces me armo de una falsa alegría y salgo con mis amigas.
Aun que ya no me guste hacerlo...
Me arreglo, me divierto, sonrio, me rio... Como antes; parezco la de antes.
Pero luego vuelvo a la realidad.
Vuelvo a la soledad, a estar desolada, triste, vacía, rota, frágil...
Y me doy cuenta de que la unica forma que tengo de aislarme de tí, de mí, de mi dolor, de mi roto corazón, es saliendo por ahí. Sólo cuando estoy con gente consigo sacarte parcialmente de mi mente; pero luego vuelvo a la realidad... y creo morirme.
Sinceramente, no sé qué es peor.
¿Sabes? Siempre odié a la gente falsa. No hay cosa en este mundo que me joda más que la mentira; que la falsedad... Y ahora mismo me doy asco. Te odio. No por todo lo que me hayas hecho ni por todo lo mal que estoy por tu culpa; si no por lo que me has hecho hacer. Por tu culpa creo que soy la persona más mentirosa, falsa, hipócrita y cínica del mundo. Jamás había mentido... Hasta que te fuiste.
No soporto sonreir cada vez que me dicen algo cuando sé que mi corazón está llorando.
No soporto decir ''¡Ah sí! Jajaja, todo bien, gracias'' cada vez que me preguntan por cómo van las cosas.
No soporto pronunciar ''ya estoy bien'' cuando me preguntan por mi estado de ánimo...
Ni soporto decir ''ya es agua pasada'', ''no sé, está olvidado'', ''no me importa'', ''me da igual'', ''lo he superado'', cada vez que me preguntan por tí....
No soporto encerrarme en el baño e hincharme a llorar diciendo que voy a ducharme.
No soporto decir que me voy a la biblioteca a estudiar y acabar tirada en un descampado echando el corazón por la boca.
No soporto decir que he quedado con mis amigas, arreglarme, y salir sola, bien vestida, a llorar y pasear por tu calle, por tus calles, por mis calles.. por nuestras calles.
No soporto oír que vas con otra gente, con otra chica, con otras chicas... Oir que dices que jamás me quisiste, que no me conoces o que aquello fue un error y decir ''no me importa, allá él, no es un caballero'', y acabar en una esquina de mi cuarto arrodillada llorando hasta el amanecer.
No soporto todo lo que me has hecho, no lo soporto, no puedo, es superior a mi...
No soporto mentir y fingir por ti...

No soporto hacerme a la idea de que ya no estemos juntos, y todo lo que esto conlleva.
Seré sincera:
La soledad es lo único que me queda.
Llegó un punto en el que me volví antisocial. La gente no me gustaba; no me gusta. La gente me daba asco. La gente me da asco. No confiaba en nadie. No confiaba ni en mi sombra... Y sigo sin hacerlo. La gente me parece fría, distante, falsa, mentirosa, despreciable... Reconozco que me aislé durante mucho tiempo. Me gustaría seguir aislada. Sigo aislada. A veces juro que daría la vida porque todo volviese a ser como antes... Daría la vida por volver a sonreir con el corazón: por volver a mirar con cariño; por volver a ser la misma... Pero reconozco que desde que te has ido, todo ha cambiado. Quizás no haya cambiado nada, excepto yo; y por tu culpa...


miércoles, 27 de junio de 2012

A veces me paso las tardes en la estación viendo pasar trenes.
Recordando un pasado, queriendo un presente e imaginando un futuro.
Recordando la última vez que nos vimos.
Recordando la primera vez que te ví.
Recordando el día que nos conocimos.
Recordando el primer y último tren que cogí antes de acabar así.
-¿Qué te pasa?
+Nada.
-¿Qué te pasa?
+Que no sé qué coño estoy haciendo con mi vida.
Anoche saliste.
 No te ví.
No te busqué.
Tampoco quería verte;
aun que muy en el fondo lo necesitase...


-Con todo lo que he tomado podría fundir el sol...


lunes, 18 de junio de 2012

Desde que te fuiste, me aficioné a tocarme la boca. Llegó el pun to en el que lo hacía incoscientemente.  Suavemente me pasaba el dedo índice por el labio inferior. La gente solía reirse porque parecía una niña pequeña... Pero yo sabía por qué lo hacía:
Porque era la única forma de sentirte a mi lado; recordando tus labios.



Y mamá entró por la puerta, y yo sonreí, y me sequé las lágrimas rápidamente.
Intenté disimular.
-¿Qué te pasa?
- ¿A mí? Nada.
-Venga ya... ¿Por qué lloras?
- ¡Ah esto!-Tocándome las mejillas. -No es nada mami, estoy agobiada por los exámenes.
- Iseo, mira la mesa. Esas lágrimas no son por los estudios...
Yo callé, torcí el gesto, me escondí, me perdí...
- Iseo, cielo- Dijo mientras me acariciaba.
Y ahí fue cuando noté que no podía más...
- ¡Dios mamá! ¡Es tan difícil! ¡Lo quería tanto....!
Y levantando la mirada, llena de lágrimas le dije en voz bajita:
-Y se ha ido, ya no está. Estoy sola.


Cuando todo eso acabó, yo me enorgullecí. Me sentí contenta y satisfecha conmigo misma. Me aseguré, me prometí, me convencí..., de que jamás me volvería a pasar.
No habría una segunda vez. Lo sabía.
Hasta que llegaste tú; más especial que la primera; pero más dolorosa también.
No me esperaba que volviese a aquello. A eso de llorar hasta sangrar; de sangrar hasta llorar; de vomitar por llorar y llorar por vomitar. De no estudiar, no hablar, no salir, no comer, no saber, no pensar, no decidir... No vivir. Estar muerta en vida.
No sabía que eso volvería a pasar; pensaba que era imposible. Pero pasó, y más fuerte, dura e intensa que la primera. Tanto, que fue como si nunca hubiese habido primera, y la tuya fuese la primera, la única y la última.

No hacía ni frío ni calor. Quizás sí; no lo sé.. Tampoco lo iba a notar...
Con la misma cara de siempre, con las fuerzas de siempre, con las lágrimas de la noche anterior y las de esa mañana, me vestí, y fui a clase. Llegué y todo era igual que siempre...
Aquella fría clase, aquellos profesores amargados, aquellas asignaturas insoportables...
Y lo que más gracia me hacia; mis amigas al fondo hablando de chicos y del verano; siempre tan ajenas a la gente, a los problemas, a la realidad, al dolor, a la soledad...
Llegó la hora del descanso y salimos fuera.
Carla dijo: -Eh Maria, ¿tienes fuego?
-No tia... Carol sí.
Empezaron a fumar y a reírse escandalosamente. En grupo, como siempre.
Yo estaba apoyada en una pared, un jersey de cuello alto en el que me tapaba parte de la cara hasta llegar a  los ojos; así evitaba que la gente viese mis lágrimas; mis penosas lágrimas.
El pelo, semirecogido, me caía despavoridamente por las orejas y parte de la frente. Me mordía las uñas. No comía. No dormía. Tenía ojeras. No hablaba... En todo ese día no había hablado con nadie; tampoco había con quién ni de qué. La gente tampoco existió. Yo sólo sabía llorar y desearme la muerte... Lenta, dolorosa, rápida, fugaz... Me daba igual. Solo morir. Lo suplicaba. Lo deseaba. Lo necesitaba.
Permanecía callada, inmersa en mis pensamientos, en aquel adiós, aquella noche, aquel banco, aquella calle, aquellas manos, aquellas palabras, aquellos ojos azules, aquel ultimo beso...
Las oía hablar; niñatas. Ese era mi veredicto. Niñatas.
-Sí, pues.. ¿sabéis qué? Carlos se ha comprado un descapotable.. Dijo Isolda.
- ¡¿QUÉ?! Exclamaron todas.
-Y la primera en subirme seré yo jajajajaja
-Mentira... Picó Mencía.
-Claaaaaro que sí linda, sigue soñando...-Le reprochó Carol.
-El que mejor está es Fer...-Dijo María.
- Jajajajaja María y sus gustos arios. Siguió Isolda.
- ¡Ah! Hablando de chicos, ¿iréis a la fiesta del sábado?
- Puaj, ¿el sábado? El sábado haría yo un año con Juan...
Seguro que si voy estará con la guarra esa... O sea que, yo voy.
-Jajajaja vamos todas entonces.
-Esta tarde nos vamos de compras; los tacones los podríamos llevar iguales.
-Tsss a ver si mis papás me dan dinero, que ya llevo 50 pavos en trapitos...
Y yo, ajena a aquello, yo lloraba y sentía asco.
En ese momento Iso soltó un suspiro, y poniéndose seria , a la vez que tierna, dijo:
- Sinceramente... eso de estar enamorada ha de ser un placer, un lujo, un regalo...
Todo va bien porque estás al lado de alguien a quien querer; alguien que te quiera y te proteja; que te haga sentir única, irrepetible, grandiosa, feliz....
Ahí, justo ahí, solté una media sonrisa irónica y varias lágrimas; pero callada. Silencio.
-Para las que hayamos estado enamoradas- Dijo Carla- Cuando él se va de tu vida, sientes que te mueres; aun que luego se pasa.
No creí esa reacción, no me la esperaba; pero hablé.
-Mentira- Dije. -Mentira.
Todas se giraron.
-Eh Iseo, ¿Estás bien? Tía, ¿qué te pasa en los ojos?. Dijo María.
-Los tienes rojos. Argumentó Isolda.
- ¿Iseo? Preguntó Clara.
- Tía.... Suspiró Mencía.
-Mentira. Dije yo bruscamente.

Cuando él se va de tu vida, si realmente lo quisiste, lo amaste, lo adoraste... Mueres.
Porque él se convierte en tu vida, y al desaparecer; tú con él.
Me has hecho daño; pero te da igual. 

                        
                         Quizás eso sea lo que más me duele....
Yo, que te esperé, estuve a tu lado, lloré por tus problemas y reí con tus locuras...
Yo, que te acepté tal y como eras; tus defectos eran efectos maravillosos en mí...
Yo, que te dí una parte de mí, de mi corazón, de mi alma...
Yo, que te quise como nadie te ha querido...
Yo, que me temo que todavía te quiero.
Yo, exacto. Sólo quedo yo.

sábado, 19 de mayo de 2012

Sabes, eso es lo que falla.


Lo hice tantas veces...





Pero, ¿eso existe?







Deja que tus lágrimas se las lleve el mar.


Me he condenado a ver cómo mis sueños, nuestro París, se aleja.





Me estoy volviendo loca sin tí.



Voy a fingir que no te estoy esperando.




Todas las historias tienen final.


-Y pueden contarse todos mis huesos.


Aquellos tiempos no volverán.


Todo llega.


Por favor, vuelve.


                Lo siento, pero me he perdido.




Incontable será el tiempo que perdí a tu lado.
 

¿Te lo pensarías?


Puedes ser provocativa; pero con elegancia.



Corre pequeña, corre.
Huye de todo lo que te ha hecho.
Corre pequeña, corre.
Deja que tus lágrimas se mezclen con el viento. 






Te necesito como mi latido.



¿En realidad piensas 
que hay luz al final del camino?





Y ella camina sola, turbada.



Escondámonos.


 
Y me temo que sólo aspiro a contemplar pasar los días desde mi ventana.







Infantil.


martes, 15 de mayo de 2012

Me prometiste que contigo no habría diciembre.

  Me he enamorado de ti del Vodka.
A veces pienso en chillar, llorar, gritar, fumar, entar, besar, matar, abrazar, vomitar, amar, odiar, dañar, soñar, explotar, beber, joder, querer, doler, herir, desistir, morir, dejar de vivir.
Y es cierto que  mis lágrimas se confunden con el mar.