sábado, 12 de mayo de 2012

¿Sabes? Deebería odiarte, pero aún no puedo. Me dijiste cosas que jamás pensaba que dirías, no por no ser ciertas, sino porque las dijiste para atacarme.  Sacaste los trapos sucios que ni en la peor situación deberías haber sacado.... Me dañaste descaradamente con las mismas injurias que la gente de esta puta ciudad.
¿No te paraste a pensar el daño que me podías hacer?
¿O lo sabias y por eso lo hiciste? Sinceramente, me quedo con la segunda. Me diste la espalda como uno más. Me dejaste con la palabra en la boca como uno más. Me rompiste el corazón como uno más.... Y yo permanecí inmovil ante todo aquello. El corazón estaba hecho pedazos... yo estaba helada.
¿Qué querías que hiciera?
Y aun así te permites enfadarte y repudiarme por haberte contestado la mínima parte de lo que yo escuché.
¿Cómo quieres que me crea que me quieres?
¿Cómo quieres que me crea que me has querido?
Yo, que te lo había dado todo....

No hay comentarios:

Publicar un comentario