domingo, 13 de mayo de 2012

Entonces ella se tumbó; entro los libros se sumergió.
Cogía uno, otro, otro más, el siguiente.... Y nada.
No encontraba ninguna historia, ningún cuento similar al suyo.
No lo entendía. Siempre le habían dicho que no había nada único.
Entonces leía y releía. Quería algo que la pudiese guiar.
Quería saber qué sintiero otras en su situació, en su desesperación...
Pero sobre todo, quería saber el posible o el seguro final de su historia. 
 

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