viernes, 11 de mayo de 2012



Los meses empezaban a pasar, cada vez más lentos.
Comenzabas a seguir sin ningún motivo. Lo hacías y punto.
Eras capaz de recordar el más mínimo momento, el más mínimo detalle.
Las primeras y las últimas palabras.
Todos los consejos y las advertencias.
Revivías la jugada...



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